DE QUÉ ESTÁ HECHO UN MÚSICO
El cuerpo humano es una asombrosa máquina muy compleja en el que confluyen diferentes sistemas que, interrelacionados aseguran las funciones vitales y su relación efectiva con el entorno. Así, tenemos un sistema músculo-esquéletico, un sistema nervioso, digestivo, circulatorio etc etc.
Aunque todos son importantes y todos inciden en todos (un problema digestivo puede afectar a la postura fácilmente, por ejemplo) nos centraremos en el sistema músculo-esquelético, el responsable principal de nuestra postura.
Este sistema lo componen:
Huesos.
Estos gracias a sus características de ligereza y resistencia, facilitan la estática y la locomoción. Es la estructura básica sobre la que se asienta el resto. Forman articulaciones que dan lugar a que se produzcan los movimientos.
Músculos.
Proporciona la posibilidad de movimiento mediante su capacidad de contraerse y estirarse y coordinarse entre ellos formando cadenas cinéticas. Hay músculos que se encargan de mantener la postura. Estos forman cadenas y tienen una capacidad de contracción mas larga aunque generan menos fuerza. (se cansan menos). Tienden al acortamiento y la tensión. Hay otros músculos que están mas encargados del movimiento activo y de la relación con el medio, el musical, por ejemplo. Estos tienen muy poca capacidad de mantener una contracción durante el tiempo y tienden a la atrofia. Son fisiologías diferentes que necesitan un trabajo diferente.
Pero la musculatura no es responsable de la postura, ya que su contracción consume demasiada energía y sería demasiado costoso. Para eso está otra estructura.
El tejido conjuntivo.
Los tendones, las láminas, capsulas y la fascia en general con todas sus especializaciones. Este es un tejido que se relaciona con prácticamente todos los sistemas antes mencionado, que coordina, une, fija, protege y facilitan todos los procesos de la máquina humana hasta el punto que a día de hoy se siguen descubriendo nuevas funciones. La fascia recubre el musculo, se fija a los huesos, envuelve los órganos y en general da forma al organismo, absorbiendo cargas y relacionándose con los sentidos.
Para simplificar un poco, podríamos decir que el sistema óseo da sustento, el muscular proporciona el movimiento (como el gesto musical) y la fascia asegura esas funciones, las coordina y transmite las informaciones que hacen posible la postura estática y la dinámica.
El excepcional pianista Michel Petrucciani, aquejado de osteogénesis imperfecta o»enfermedad de los huesos de cristal».
POSTURA ESTÁTICA Y DINÁMICA
La postura es la forma en la que se relacionan los distintos componentes del cuerpo. La postura estática no existe porque estamos sometidos a una fuerza externa a nosotros: la gravedad. La gravedad nos empuja hacia abajo, así que podemos definir la postura dinámica como la búsqueda el equilibrio entre la gravedad y la respuesta muscular que damos como resultado. Eso ocasiona un balanceo alrededor del centro de gravedad que se autorregula según la información sensitiva, la acción muscular eficiente, las articulaciones y el sistema nervioso central que coordina todo.
Imaginad cómo es el milagro de estar de pie para una persona (o un músico). No estamos sujetos a nada (no hay cables que nos muevan como a una marioneta). Además tenemos esa fuerza que nos empuja directamente hacia el centro de la tierra. Empezando desde el pie, disponemos de una serie de estructuras que se van armando de abajo hacia arriba formando poleas, bandas de tensión, tracción y soporte que se van fijando al esqueleto para mantener la postura erguida, que por otra parte ha costado muchos miles de años de conseguir. Todos esos sistemas mecánicos además tienen que ser sensibles, tienen que recoger información tanto de nuestro propio cuerpo como del exterior para adaptarse y mantener esas posiciones. Ese sería el sistema propioceptivo del cuerpo, formado por multitud de sensores ubicados en el sistema musculo-esquelético que informan de nuestra posición relativa y situación en el espacio. De su correcto funcionamiento depende que seamos más o menos hábiles. Por supuesto, es algo que se puede entrenar.
Para que una postura sea saludable debe cumplir una serie de requisitos:
Equilibrio: Nunca puede ser perfecto, siempre relativo. Debe ser activo, dinámico y rítmico. Por ejemplo, la vista debe permanecer orientada horizontalmente.
Economia: Las funciones básicas deben consumir poca energía. Eso es primordial para poder relacionarse con el entorno y expresarse.
Comodidad: Debe estar libre de dolor. De esa manera se generan las compensaciones, en las que se modifican las estructuras físicas, viscerales o incluso psicológicas para evitar el dolor.
Eficacia: Solo cuando hay un comportamiento armónico de los segmentos corporales con respecto a sus ejes y con una mínima tensión del sistema muscular y nervioso se puede hablar de una postura saludable.
La postura de Lester Young.
EXPLORACIÓN DE LA POSTURA
El fisioterapeuta explora en estático para ver desequilibrios corporales a nivel global y general. Hay unas directrices mas o menos establecidas en forma de líneas de referencia. Se trazan por encima del cuerpo para ver las simetrías, que es a lo que hay que tender.
Línea de los ojos, de los hombros y de las caderas a nivel horizontal.
Línea de la gravedad y de las curvaturas de la columna a nivel vertical. Hay muchas más, esas son las básicas. Se exploran tanto de pie como sentado.
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